Estimados colegas presentes en este Congreso, los saludo a todos de manera especial y fraterna.
Quiero comenzar, diciéndoles, que haré mi mejor esfuerzo, para poder leer en español, algunas palabras que escribí para ésta ocasión, como complemento de lo que hace unos días les envié en mi mensaje al mundo, con motivo de la celebración del 2 de julio, el aniversario de nuestra fundación y además, Día Internacional del Periodista Deportivo según aquella resolución del 58º. Congreso de Québec del año 1995, Congreso que fuera realizado, precisamente, acá en América en el Este de Canadá.
Los argumentos que he querido transmitirles en mi mensaje, nos piden una reflexión profunda.
En los últimos años, nuestra profesión ha estado experimentando una crisis de identidad.
Lamentablemente, todavía no podemos ver claramente el final del túnel, eso tiene explicación, ya que las nuevas tecnologías nos están presionando. Aquellas mentes, que han creado esta libertad artificial, es decir, el mundo en línea, sabían exactamente en qué dirección iría, y ciertamente, – los hechos así lo demuestran -, no en dirección a la libertad plena.
Los gurús de las redes sociales reciben tributos por el mundo, son saludados como hombres con una gran “visión estratégica” como si fueran celebridades, cuando en la realidad lo que nos han dejado, parecen instrumentos válidos para manipular la realidad.
No creo que sea bueno distinguirlos como héroes, porque lo que han producido debe ser usado con precaución. Hoy el periodismo está en manos de hackers y noticias falsas, nos invaden las cuentas de TROLLS así llamados por la jerga virtual de internautas, que buscan provocar de manera intencionada a otros usuarios de las redes, creando disparidades, controversias, debates sin sentido,
mediante noticias falsas, insultos o incluso algún tipo de mensaje ofensivo.
Actúan en blogs, foros, chats, y todo tipo de redes sociales generando polémicas innecesarias utilizando múltiples equipos y dispositivos, desde diferentes cuentas e identidades.
A eso se suma que los Presidentes ‘twitean’, la gente lee menos, está cada vez más distraída y recoge cualquier tipo de noticias que encuentra como si fuera verdadera.
En síntesis, pocos se informan sobre los hechos y la realidad.
Tengo una mala noticia para darles, también el mundo del deporte del que formamos parte, ha sido consumido por algunos de los peores vicios de la sociedad digital.
Debemos reaccionar y llevar este mundo tan globalizado, -y como consecuencia, tan cercano a los jóvenes -, a una dimensión diferente, opuesta, más humana.
Es una batalla cultural, pero es necesaria darla y no bajar los brazos. Precisamos usar los medios sociales de la manera correcta. Demandamos desde aquí, a todos nuestros colegas a dar el mejor uso a las herramientas digitales y les pedimos que tengan la responsabilidad de transmitir y expandir como hábito sano las mejores prácticas en su utilización.
No es fácil, pero no tenemos alternativas, es fundamental hacerlo, y muy especialmente, si queremos salvar nuestra dignidad y nuestra profesión.
Colegas, amigos, El periodismo ha sido atacado por varios bandos. Un ejemplo reciente viene de lo que sucedió en el Golfo, donde usando razones políticas intentan sacar un canal de información y reclaman cerrarlo. Si se cumple esta petición, más temprano que tarde, otros exigirán las mismas sanciones en otros países.
Esta hostilidad a la libertad de información es contagiosa y el mundo del deporte es frágil a estas acometidas. Debemos hacernos inmunes a esto y rechazar el desvío reaccionario, ese que puede llevar el deporte y su industria a manos de organizaciones de personas sin alma.
El periodismo no ha desaparecido, – como algunos quieren y otros esperaban -, pero sin embargo, está herido.
Depende de nosotros darle vida real otra vez. Estamos entonces, aquí y hoy para dar una respuesta positiva a todas las preguntas, incluso para alejar cualquier temor.
El periodismo deportivo en América es muy importante, es hijo de una cultura de libertad.
Nuestra asociación ha sido un poco lenta a veces, en el pasado, en dar respuestas a los problemas y dificultades que existen para el ejercicio de la profesión en esta parte importante y vital del mundo y por eso les pido que podamos recomenzar y emprender, desde aquí, una tarea que considero esencial y primaria; relanzar nuestra lealtad y compromiso como organización, sin olvidar ni renunciar nunca a nuestro deber en defender la libertad de expresión y luchar juntos, todos, porque el deporte esté limpio y sea creíble, y que este sea nuestro compromiso de un trabajo conjunto y responsable.
Los convoco y los invito a todos; a poner manos a la obra.
Colegas, no perdamos tiempo, el desafío está planteado, caminemos juntos, sin excusas ni exclusiones, todos nos precisamos, trabajemos acoplados, articulando nuestros objetivos, positivamente, para contribuir desde nuestro lugar, a un mundo distinto luchando por lo que considero indispensable y es que podamos legar a nuestras jóvenes generaciones, sencillamente, un futuro mejor.
GRACIAS!
Gianni Merlo – Presidente