Mingo Raffaelli murió al pie del cañón y dejó gran legado

Por Pedro García Garozzo

corporaciondeportivafenix@gmail.com

Mingo Raffaelli.

Cuando no había televisión todavía en el Paraguay (canal 9 empezó a difundir sus programas en blanco y negro un 29 de setiembre de 1965), la radio era dueña y señora del aire en esta región.

No había tantas emisoras como hoy y, sobre todo, por las noches (y a toda hora por ondas cortas) penetraban las radios argentinas con oscilante potencia.

Eran los tiempos de máximo apogeo del Luna Park y las grandes estrellas que dieron a la Argentina y Sudamérica sus primeros títulos mundiales en el más viril de los deportes.

Los sábados a la noche, era casi un rito en mi casa, siendo niño todavía, con mi querido padre, pegarnos al receptor y sintonizar las emisoras del vecino país para seguir las alternativas de los grandes combates que difundían verdaderos maestros del periodismo especializado y del relato boxístico como Bernardino Veiga, Fioravanti, Hernán Santos Nicolini (quien narró el histórico KO de Carlos Monzón sobre Nino Benvenutti desde Roma), Osvaldo Caffarelli,  Ricardo Arias y Corner Sojit, entre otros.

Los secundaban comentaristas de enorme sapiencia y que daban cátedra a los oyentes de la talla del uruguayo Ernesto Cherquis Bialo, Horacio García Blanco, Damián Cané, Julio Ernesto Vila y Julio César Calvo.

Transmitían varias radios en forma simultánea y hacíamos un recorrido constante del dial, cuando la propagación de las ondas opacaba la señal de una mientras elevaba la de otra. Así, de izquierda a derecha, saltábamos de Rivadavia a Mitre, Splendid, Belgrano, El Mundo y hasta bien a la derecha hasta Radio Buenos Aires.

Con el tiempo se produjo una cierta decadencia del pugilismo porteño coincidente con el cierre del Luna Park a la actividad boxística y las emisoras de radio dejaron también de difundir las transmisiones de las veladas en directo. Ya la televisión había llegado al país y más aún cuando el cable facilitaba el acompañamiento del boxeo profesional en las más diversas latitudes. Se fue desvaneciendo hasta desaparecer prácticamente la afición de escuchar boxeo por radio.

Un buen día experimentamos una grata sorpresa: nos enteramos que había en la Argentina un soñador, un amante empedernido de la radio y del pugilismo, quien rescató la vieja costumbre de difundir el deporte de los puños por la vía de un medio auditivo. Y con un equipo especializado denominado Campeones en el Ring volvió a llevar a los receptores desde la emisora bonaerense Radio Libre, ciclos que por años ha venido difundido, transmisiones con la ventaja de montarlas no solo en vivo desde diferentes escenarios de su país, sino narrando, asimismo, peleas principales de las veladas simultaneas en las más importantes plazas del mundo y formando a jóvenes comunicadores, tanto en la narrativa como en la crítica, incorporando igualmente voces femeninas.

Este lunes 21 de marzo de 2022, con la llegada del otoño en la mítica esquina porteña del espectáculo, Corrientes y Bouchard, el Luna Park anunciaba en rueda de prensa una espectacular cartelera pugilística para el próximo sábado 26. Como siempre, en la rueda de prensa estaba la señera y ya casi octogenaria figura de Domingo Mingo Raffaelli, ese soñador responsable del retorno del pugilismo a la radio.  De repente, tuvo una descompensación. Y fueron vanos los esfuerzos por auxiliarlo y recuperarlo.

Así, a los 78 años, se fue, al pie del cañón, en un lugar que amaba y cumpliendo la labor de comunicador hasta su último aliento, en el más emblemático escenario del boxeo argentino y sudamericano, repitiendo el rito de otro grande de la comunicación rioplatense como Enzo Ardigó, el gran comentarista de futbol, que vivió sus últimos minutos en esta tierra en una cabina de radio del Centenario de Montevideo.

En su cuenta de Facebook de Boxeo de Primera el programa de TyC Sports de Argentina destacó lo polifacética de su personalidad que lo llevó aparte de su vínculo con la radio a desempeñar diversas funciones en el boxeo como encargado de viajes y labores logísticas en una promotora, siendo además entrenador con licencia habilitante. Subió a los rincones de varios campeones.  Recorrió el país con su verdadera pasión, durante décadas siendo además “responsable de formar a muchos jóvenes que soñaban con insertarse en el periodismo especializado”… “esposo, padre, abuelo, de los suyos, y amigo de todos”.

En efecto, Domingo Raffaelli dejó un gran legado, en una vida de honrado y perseverante ejercicio de la profesión periodística, que ojalá quienes se formaron con él la puedan continuar, porque así como el cine no mató al teatro, las nuevas prácticas deportivas de combate tampoco hicieron desaparecer al boxeo ni el video consiguió sepultar a la radio, aunque ya no esté la voz de su creador y realizador principal, que los beneficiarios de su plausible tarea de formador den continuidad a Campeones en el Ring honrando la memoria de este auténtico propulsor. Los miles de seguidores que solo por esta vía pueden seguir hoy los espectáculos deportivos por múltiples circunstancias, lo van a valorar y a agradecer. Será además un deber de justicia a la memoria de quien los supo encaminar y les dio la gran oportunidad de utilizar un micrófono.

Mingo Raffaell nació un 28-04-1943 y durante 20 años ininterrumpidos dirigió Campeones en el Ring por Radio Libre. En 2013 el Congreso Nacional lo condecoró en el aniversario 93 de la radiofonía argentina.

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