El primer gol de Kai Havertz en la Liga de Campeones le dio al Chelsea la segunda corona de este tipo con un gol en la primera mitad que derrotó a un decepcionante Manchester City 1-0 en Oporto.
ESPERA CONTINÚA. Para City, la espera continúa por al menos otra temporada. Pueden ganar todo lo demás, pero no el único premio que sus propietarios de Abu Dhabi quieren por encima de todo.
La magia que funcionó dos veces para el técnico Pep Guardiola con el Barcelona hace una década siguió fallando, como lo hizo en tres años europeos en blanco con el Bayern de Múnich y ahora cinco con el City.
Porto, sede suplente tardía de Estambul, vio una tercera final totalmente inglesa después de la derrota de Chelsea en 2008 ante el Manchester United y la victoria de Liverpool en 2019 sobre Tottenham. Thomas Tuchel es el tercer entrenador alemán consecutivo en ganar la final después de Jurgen Klopp con el Liverpool en 2019 y Hansi Flick, a expensas de Tuchel, con el Bayern de Múnich hace un año.
ÚLTIMA RISA. Tuchel se rió por última vez del Paris Saint-Germain, que lo despidió a mitad de temporada y lo dejó disponible para reemplazar a Frank Lampard en el Chelsea. Habiendo perdido la final europea con el PSG hace un año, estaba emocionado de emerger como ganador por segunda vez.
Dijo: “No sé qué sentir. Estaba muy agradecido de llegar por segunda vez a la final. Los jugadores estaban decididos a ganar esto. Alentamos a todos a dar un paso adelante y salir, a ser más valientes y crear peligrosos contra ataques”.
¿PEP DEMASIADO PENSAMIENTO? El Chelsea mereció un éxito que provocará un debate sobre si Guardiola volvió a ser culpable de pensar demasiado en su estrategia europea. Sacudió a sus ganadores de la Premier League recordando a Raheem Sterling en ataque y jugando sin un ancla en el mediocampo. Eso contuvo a Ilkay Gundogan, que había sido una fuerza de ataque tan poderosa en la Premier League.
Sterling casi se coló detrás de la defensa del Chelsea en los intercambios iniciales, pero el Chelsea fue más peligroso. Timo Werner desperdició dos medias oportunidades y cuando el City volvió a amenazar, una entrada magníficamente sincronizada de Antonio Rudiger frustró el gol de Phil Foden.
PUNTUACIONES DE HAVERTZ. Chelsea sufrió un revés en el minuto 38 al perder al lesionado Thiago Silva, pero lo superó con estilo para tomar la delantera a través de Havertz, que devolvió debidamente la tarifa récord del club de 70 millones de libras pagadas al Bayer Leverkusen el año pasado.
Esta fue una ventaja que nunca parecieron en peligro de ceder a pesar de que, en la segunda mitad, vieron mucho menos de la pelota.
MAYOR URGENCIA. El City se apresuró a avanzar con mayor urgencia, particularmente una vez que la lesión eliminó a Kevin de Bruyne. Esto los hizo vulnerables a los contraataques del Chelsea. El suplente Christian Pulisic pudo haber marcado con un gol una parte de la historia, como el primer estadounidense en jugar una final de la Liga de Campeones, pero su disparo en el descanso se fue desviado.
Brevemente, el entusiasmo de Gabriel Jesús trajo una nueva chispa al ataque de Guardiola, pero incluso Sergio Agüero, que llegó tarde, no pudo hacer funcionar su vieja magia en el área de portería en sus últimos minutos como jugador del City.
SIN LÍMITES. Guardiola no se arrepintió de la selección de su equipo.
Dijo: “Hice lo que pensé que era la mejor decisión. Tuvimos oportunidades. Estuvimos brillantes en la segunda parte, fuimos valientes y no pudimos convertir las ocasiones [porque] eran muy fuertes. Los jugadores fueron excepcionales. Fue la primera vez que estuvimos en esta etapa. Ojalá volvamos a estar aquí en el futuro”.
Fuente: página oficial de AIPS.
